A continuación, encontrarás información útil sobre cómo hacer un estudio de mercado que sea eficaz.
Para empezar, debemos tener presente que la finalidad de un estudio de mercado es evaluar la viabilidad de un producto o servicio, sin embargo, hay que entender que no es lo mismo elaborar un estudio de estos para un producto nuevo que para una nueva empresa en expansión. No obstante, hay unos sencillos tips para poder guiarse en el proceso.
Identifica el problema:
Aquí puedes preguntarte quiénes hacen parte de tu público objetivo, si tu producto funcionará en el mercado y quiénes son tus competidores.
Plantea tu objetivo:
En este punto es momento de pasar a la acción. Define a qué parte del mercado quieres llegar, identifica si tu producto realmente será viable en el mercado y define a tu competencia.
Define tu grupo de estudio:
Segmenta un grupo en especial especificando su tamaño, ubicación geográfica, algunos de sus hábitos, estrato social, entre otros.
Selecciona tus fuentes de información:
Llega a las fuentes primarias con entrevistas a usuarios, consumidores o especialistas. También puedes visitar a tus competidores directos y observarlos para entender dónde están ubicados y sus dinámicas en torno al servicio o producto ofrecido o, si lo prefieres, puedes experimentar enseñando una muestra de tu producto a un grupo determinado de clientes potenciales, además de hacerles preguntas y tomar nota o registro de toda la información que te proporcionen. Algunos de los lugares en donde puedes hacer esa prueba son las ferias escolares, artesanales, comerciales o también utilizando una landing page y guiándote por las estadísticas de Google.
Analiza la información:
Puedes organizar los resultados de encuestas con gráficos, tablas, entre otros. Además, es importante que tengas en cuenta los comentarios más interesantes para explorarlos un poco más a fondo.
Obtén tus conclusiones:
En toda la información recopilada está la clave para cada objetivo planteado. Así, luego de haber sintetizado todos los resultados, puedes reflexionar sobre si, finalmente, tu posible negocio es conveniente o no, qué cosas cambiarías o mejorarías y cómo.
Con esta información ya puedes animarte a hacer tu estudio de mercado, arriésgate y ten presente que, si lo tuyo no es emprender o no estás del todo convencido y dispuesto a ganar o perder, debes desechar esas ideas.
Carolina
